Texto: Colosenses 1:9 ~14
Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios; fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad; con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.
Rhema: no cesamos de orar por vosotros
Reflexión:
La oración, el método perfecto de comunicación con Dios, este ha sido y siempre será el conducto indicado para expresar y recibir, la pregunta para nosotros en esta vía de comunicación es ¿qué expresamos?, ¿qué es lo que pedimos?, y ¿que esperamos obtener de esto?, la realidad es que en la mayoría de la veces pareciera ser la expresión de petición, por que pedimos por todo, sin inicio ni fin, simplemente se nos ocurre pedir por todo, y no está mal desde mi punto vista, sin embargo me parece que hay algo que olvidamos al orar y el reconocimiento de a quien estoy hablando, cuando realmente así lo veo, como el Señor, como mi Dios, como mi Salvador quien me llena de su amor y de su bondad, el me brinda de su gracia todos los días, entonces olvido lo que quiero y mi oración se convierte en adoración y alabanza a mi Señor, esto en automático, a través de su presciencia me hace sentir un ser humano listo para participar en los que haceres del día, pero con una plataforma de amor y una visión de esperanza. Pablo indica esta métrica que probablemente otros no sabían, y que formaba parte de la conducta del verdadero creyente, y esto era que oraban para:
Motivación:
Orar a Dios nos permite conocerlo mejor, nos permite saber cual es su voluntad pero sobre todo nos permite sentirnos seguros en El, la conducta del creyente al sentir seguridad en Dios crea estos beneficios que son medibles a través del Espíritu Santo, que nos redarguye, principalmente por que necesitamos ser llenos de Él y obtener la sabiduría que solamente es a través de estar en contacto con El, de esta manera sabremos que hacemos su voluntad, podremos andar como es digno y su gloria estará en nuestras vidas, y sin necesidad de querer agradar a los demás simplemente agradarle a Él en todo será una manera de saber donde estamos posicionados, haremos y tendremos resultados cosechables y tangibles en nuestras obras por que tendrán fruto y así mismo seguiremos creciendo en conocimiento de Dios hasta el último día, como si esto fuera un ciclo perfecto, adquiero sabiduría espiritual, ando como es digno, le agrado en todo, llevo fruto y finalizo conociéndolo más, y comienzo a repetir el paso uno.
Aplicación:
Aun en este tiempo hay “creyentes” que piensan que estas 5 características se obtendrán solo visitando un día a la semana su congregación, sin oración, sin comunicación, creyendo que al utilizar las habilidades que Dios nos da, son suficientes, predicando sermones a vapor sin consultar al Señor, siempre demostrando cargas a los demás, pidiendo que todo el tiempo se esté orando por ellos, sin participar ni motivar, sin preparación previa de la lectura de su palabra, apropiándose de informalidades del mundo para introducirlas a la iglesia, y haciendo un “circo” lleno de todo menos de adoración al Padre, puede haber de todo menos una genuina adoración en Espíritu y en Verdad.
Suena bastante duro, pero es la realidad, y esto es responsabilidad de cada uno por eso tenemos que ser llenos de su sabiduría, tenemos que andar como es digno para Dios, agradarle a Él en todo, debemos llevar fruto y es indispensable crecer en conocimiento de Él, buscar su perfecta voluntad y contar todos nuestros días de tal manera que traigamos al corazón sabiduría.