Texto: Romanos 14:13~20
Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano. Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es inmundo en sí mismo; más para el que piensa que algo es inmundo, para él lo es. Pero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme al amor. No hagas que por la comida tuya se pierda aquel por quien Cristo murió. No sea, pues, vituperado vuestro bien; porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. Porque el que en esto sirve a Cristo, agrada a Dios, y es aprobado por los hombres. Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación. No destruyas la obra de Dios por causa de la comida. Todas las cosas a la verdad son limpias; pero es malo que el hombre haga tropezar a otros con lo que come.
Rhema: Agrada a Dios
Reflexión:
Por mucho tiempo ser humano ha tratado de salir adelante con alicientes y motivaciones que dependen de la opinión de otros, quieren saber si lo que hacen o hicieron, piensan o pensaron está dentro de los estándares de aprobación de otros, la realidad es que esto genera un mal en dos vías, uno es la dependencia y el seguimiento según estándares de otros, el segundo problema es la determinación secundaria que puede traer soberbia, el ser humano desde que está en la etapa formativa ( infante) requiere de aprobaciones para saber que va por el camino correcto y esto genera un estilo de vida, pero se arraiga tanto que en una etapa madura es difícil remover, el gran problema de querer agradar al mismo hombre.
Observar a los demás y animar con amor sin querer corregir si no dejar que el mismo Espíritu Santo le guie es la mejor forma de opinar, es en silencio y dejando que tu hermano sea bendecido en aprendizaje, esto elimina el legalismo que tanto gusta y predomina, amemos al necesitado, abracemos al que tiene dolor, animemos al que se equivocó, que en algún momento de estos nosotros vamos a necesitar algún día un abrazo.
Motivación:
Debemos aprender a seguir la instrucción correcta, esta viene muy clara en la palabra, ¿por qué a veces no entendemos las respuestas? Es por que esperamos la aprobación de alguien más, en lugar de escuchar su voz, es más fácil seguir adelante con las migajas de saber que alguien te dijo, lo hiciste bien, cantas bonito, te salió muy bueno, pero la intensidad de lo que realmente esperábamos nos dicta dentro del corazón que no estuvo de lo mejor. Esta es una de las verdaderas razones del por qué la calidad del servicio a menguado con el paso del tiempo, y es que nos conformamos con la aprobación humana, escuchar decir está bien, para muchos hasta ahora aun es suficiente.
Aplicación:
Busquemos la aprobación de Dios en nuestros actos, tiene que ver con cuidar nuestros pensamientos cuando estamos solos, con cuidar nuestras palabras cuando estamos con los demás y con cuidar nuestros actos y reacciones cuando estamos vulnerables, tener la aprobación de Dios es fácil cuando escuchamos su palabra y la seguimos, tener la aprobación de Dios es hacer las cosas a su manera, traerá paz a nuestra vida, y la opinión de los demás será secundaria, actuemos adecuada mente con los demás no poniendo tropiezos en sus decisiones o formas, no dejemos que nuestros actos se conviertan en un tropiezo para nadie, amémonos de corazón y sobre todo, acerquémonos confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
¡!Puestos los ojos en Jesús autor y consumador de la fe !!