Texto: Romanos 12:3~8
Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.
Rhema: Somos un cuerpo en Cristo
Reflexión:
Que importante es enfocar la función específica de cada parte de nuestro cuerpo, la realidad es que la mente es tan poderosa que hace actuar al cuerpo de manera involuntaria, la mente dicta el cuerpo actúa, cada parte de nuestro cuerpo tiene una función específica y diferente a las demás partes, la mano no puede hacer lo que un ojo, un pie lo que un brazo, o un dedo de la mano lo que un oído, y así podemos ver las funciones regulares del funcionamiento de un cuerpo. El cuerpo es maravilloso y sus funciones coordinadas hacen que pueda construir cosas increíbles. El apóstol Pablo hace referencia a esta creación perfecta de Dios como cuerpo humano, para tener un comportamiento similar, hace la referencia de la particularidad de cada uno pero así mismo hace la invitación a no jactarse si no, reconocer lo valioso de la gran diferencia de los demás, ponderar o calificar más de lo que realmente representamos tiene un tinte de orgullo y altivez que puede crear un concepto más alto que del que se debe tener, debemos tener cuidado en valorarnos personalmente pero al mismo tiempo darle ese valor a los demás siendo el complemento perfecto del cuerpo de Cristo.
Motivación:
Ser reflexivo y analítico con nuestros actos nos lleva a comprender los efectos fallidos que deben ser corregidos, todos necesitamos reivindicarnos y evaluarnos conforme a la palabra, solo así podemos redireccionarnos conforme a la voluntad de Dios, no es malo aprender más, nunca será mal visto crecer y ser prósperos, el error es creer que somo mejores que los demás, agradezcamos a Dios por sus bendiciones y oportunidades que nos brinda, y recordemos que estamos de paso, así que utilicemos lo que Dios nos dé y solo para testimonio y apoyo a los demás, tal vez seamos el referente del débil, o el maestro de la siguiente generación o el consejero del necesitado, y estaremos sirviendo a una generación de potenciales maestros, evangelistas, pastores, misioneros, o tal vez sean potenciales lideres en la iglesia y recordaran el correcto funcionamiento del cuerpo de Cristo a través de nuestros actos de humildad adaptados a la función correcta con amor.
Aplicación:
Sirvamos con alegría, aprendamos cada día más y hagamos o que debamos hacer, no pretendamos tomar lugares que no nos corresponden, si hay poder de decisión usémoslo, si hay fuerza física utilicémosla, si hay creatividad ofrezcámosla y seamos parte del crecimiento sano y correcto del cuerpo de Cristo, Pablo lo dice así de sencillo:
“De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.”
¡!Somos un cuerpo en Cristo !!